La Adelita, el corrido más popular de la Revolución Mexicana

Aunque el corrido de La Adelita hace referencia a una mujer,  el sentido de la palabra Adelita o Las Adelitas abarca a todas aquellas mujeres (también conocidas como soldaderas) que acompañaron a sus hombres en las batallas de la Revolución.

La Adelita

Lo mismo atendían heridos, hacían la comida, preparaban el campamento, acarreaban armas y municiones o de plano le entraban en la lucha si era necesario.

Es común que en las festividades del 20 de noviembre, a las niñas se les vista con un atuendo icónico de adelita que consiste en una falda larga plisada, blusa blanca, sombrero, las emblemáticas carrilleras y a veces hasta una improvisada carabina.

Las adelitas son símbolo de la fortaleza de la mujer mexicana, valiente y orgullosa, que no mide el peligro con tal de cuidar a los suyos.

La letra de la canción de La Adelita es ampliamente conocida, por eso me atrevo a decir que es uno de los corridos más populares de la Revolución Mexicana.

adelita en desfile

El origen del corrido

Adela Velarde, la enfermera que inspiró el corrido.

Dicen que el corrido fue inspirado por Adela Velarde, una enfermera de la brigada Domingo Arrieta en Ciudad Juárez.

Luis S. Reyes, se dio a la tarea de hacer una adaptación de una una melodía popular y le hizo un arreglo para banda.  La misma tropa se encargó de irle poniendo letra al corrido que se hizo muy popular entre los Dorados de Villa.

Cuentan que Adela tenía un novio, un sargento zacatecano de nombre Antonio del Río que lamentablemente murió en Torreón al cruzar la línea de fuego llevando una cantimplora.

Letra

En lo alto de una abrupta serranía
acampado se encontraba un regimiento
y una moza que valiente lo seguía
locamente enamorada del sargento.

Popular entre la tropa era Adelita,
la mujer que el sargento idolatraba
que además de ser valiente era bonita
que hasta el mismo coronel la respetaba.

Y se oía que decía
aquel que tanto la quería.

Y si Adelita se fuera con otro
la seguiría por tierra y por mar,
si por mar en un buque de guerra
si por tierra en un tren militar.

Y si Adelita quisiera ser mi novia,
y si Adelita fuera mi mujer,
le compraría un vestido de seda
para llevarla a bailar al cuartel.

Después que terminó la cruel batalla
y la tropa regresó a su campamento
por la voz de una mujer que sollozaba
la plegaria se escuchó en el campamento.

Y al oírla el sargento temeroso
de perder para siempre a su adorada
escondiendo su dolor bajo el esbozo
a su amada le cantó de esta manera…

Y se oía que decía
aquel que en tanto se moría…

Y si acaso yo muero en campaña,
y mi cadáver lo van a sepultar,
Adelita, por Dios te lo ruego,
que con tus ojos me vayas a llorar.

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